Esta es una de las tartas favoritas desde hace mucho tiempo en casa y suele formar parte de esas cenas un tanto especiales que, a veces, preparamos para familiares y amigos. Ni que decir tiene que es asidua en mis cenas de Navidad y en otros mucho eventos por lo refrescante que es. A modo de anécdota, y para aquellos que se desaniman con facilidad en esto de la cocina y sobre todo la repostería, os contaré algo. Cuando, por fin, tras muchas peticiones, conseguí que mi amiga me diese la receta y la elaboré, solo se la podía definir en dos palabras IN-COMIBLE... si, ya sé... con amigas asi quien necesita enemigos? Supongo que no a todo el mundo le gusta eso de compartir receta porque no es la primera vez que me ha pasado. En cierto modo lo entiendo pero, si no quieres compartir una receta, simplemente di NO. Nadie te obliga a hacerlo, pero si lo haces, por favor, que no sea un atentado a la integridad física de la persona que la elabore y consuma. Por amor propio me propuse encontrar